Consumir alimentos ricos en grasas poliinsaturadas aumenta la sensación de saciedad.
Este tipo de grasa es el que, según revela una reciente investigación publicada en ‘Nutrition’, ayuda a provocar cambios favorables en las hormonas del apetito, aumentando la sensación de saciedad durante más tiempo, tal como destaca la investigadora del estudio, Jamie A. Cooper, de la Universidad de Georgia.
La investigación sobre los beneficios para la salud de los PUFAs sigue evolucionando y las directrices dietéticas de 2015-2020 para los americanos recomiendan consumir estas grasas en lugar de las saturadas.
De igual forma, las guías alimentarias españolas recomiendan alimentos que son fuente de estas grasas en el segundo nivel de la nueva pirámide de la alimentación saludable.
Sobre el estudio:
- En el estudio ‘Hunger and satiety responses to high-fat meals after a high-polyunsaturated fat diet: A randomized trial‘ (Respuestas de hambre y saciedad en una dieta alta en grasas poliinsaturadas: ensayo aleatorio), los investigadores observaron las respuestas sobre saciedad y hambre fisiológica mediante la medición de cambios hormonales, así como analizaron las calificaciones subjetivas de los participantes a los que les pidieron que indicaran en una escala el hambre que tenían o cómo de llenos se sentían y cuánto pensaban que podían comer.
- Los participantes del estudio que consumieron una dieta rica en PUFAs tuvieron una disminución significativa de la hormona grelina, una hormona que aumenta el hambre y un aumento significativo en péptidoYY (PYY), una hormona que aumenta la sensación de plenitud o saciedad. Los participantes registraron incrementos en PYY durante el ayuno y después de una comida. Este tipo de cambios hormonales implican mejor control del apetito. No hubo cambios en las calificaciones subjetivas en la dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados o en la dieta de control.
- Los investigadores contaron con 26 hombres sanos y mujeres (con edades entre 18 a 35 años) que visitaron el laboratorio para las mediciones y para recibir sus comidas durante todo el proceso. Al principio del estudio, los participantes fueron medidos y consumieron comidas de prueba, altas en grasas saturadas. Tras ello, los investigadores dividieron a los participantes y a unos les indicaron que siguieran durante siete días una dieta rica en PUFAs y a otros una dieta control, consistente en un patrón comida típica americana.
- Como con cualquier investigación es importante considerar las limitaciones. Se necesitan estudios más grandes y a largo plazo, así como estudios en diversas poblaciones, para aclarar los efectos en mayor número de población.
Tus decisiones hacen la diferencia. Hoy tú eliges crecer y potenciar el crecimiento de otros. En tus manos está el camino de la vida.