Conservar tu boca en buena forma es posible si, además de cepillarte los dientes y acudir a revisiones, la nutres con los alimentos que le hacen falta.
Nuestra salud oral deja mucho que desear y los datos lo demuestran: cuatro jóvenes (de entre 12 y 15 años) de cada 10 tienen caries. Lo peor es que ese porcentaje se duplica en la edad adulta: a los 35 años esta enfermedad está presente en el 95% de las bocas de los españoles, según los datos de la Encuesta de Salud Oral 2015. Y con las encías no nos va mucho mejor: entre el 65 y el 70% de la población mayor de 35 años presenta algún problema en ellas y entre el 24 y el 37% sufre periodontitis o enfermedad de las encías (un 10% de ellos en su forma más severa).
Para atajar esta situación además de extremar la higiene, cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día, usar pasta con flúor y visitar al dentista de forma rutinaria una vez al año (y no solo cuando tenemos un flemón), debemos vigilar lo que comemos. Porque para la salud oral tampoco es lo mismo tomar una ensalada que un dulce (más allá de cómo te cepilles después). Para estar sana, nuestra boca necesita que la proveas de calcio, flúor, polifenoles antioxidantes, catequinas, omega-3, vitamina C y D. ¿Sabes dónde y cómo encontrar estos nutrientes? Estos alimentos te los darán.
- Salmón. Gracias al flúor que contiene (1,9 mg/100 g), este pescado contribuye a la mineralización de los dientes. Además, es rico en vitamina D, que fortalece el esmalte y combate los síntomas de la enfermedad periodontal. “Es de los pocos alimentos que contienen esta vitamina, necesaria para el desarrollo y el mantenimiento óseo junto al calcio”, explica la dra. Conchita Curull Gasol, directora médica de la Clínica Curull.
- Chocolate. El chocolate con un 70% de cacao, contiene antioxidantes con propiedades antiinflamatorias, por lo que reduce los síntomas de la gingivitis. Asimismo, posee una sustancia, la teobromina, que ayuda a endurecer el esmalte reduciendo la sensibilidad dental.
- Zanahoria cruda. Los vegetales crujientes son algo así como un hilo dental natural y con vitaminas incorporadas. Masticar unos crudités de zanahoria entre horas no solo te aportará antioxidantes y flúor, sino que activará la producción de saliva, reducirá la acidez bucal (responsable de la erosión dental) y limpiará la placa bacteriana de los dientes.
- Queso. Los dientes necesitan calcio y este alimento no solo te lo proporciona, sino que también reduce la placa bacteriana. El contenido de calcio varía de un queso a otro, pero recuerda este truco: cuanto más duro, más estimula la secreción de saliva, lo que lo hace mejor. También debes recordar que todos los quesos contienen lactosa, un azúcar que las bacterias transforman en ácido láctico. Para que este ácido no ataque a los dientes, combina queso con fruta.
- Pasta integral. Cuantas menos harinas refinadas, mejor. La razón es que se han relacionado con enfermedades de las encías. A la hora de hacer pasta o comer pan, escoge la versión integral.
- Manzana. Esta fruta te ayuda si no te puedes cepillar los dientes después de comer. Gracias a su textura, es capaz de arrastrar los restos de alimentos y placa que han quedado en la boca y, al morderla, se masajean las encías. Eso sí, escoge siempre las variedades menos dulces y ácidas.
- Agua. Debemos consumir entre uno y dos litros de agua al día para lubricar la boca, ya que eso influye en la producción de saliva. “Las personas con poca saliva, saliva espesa o boca seca (pacientes irradiados de cabeza y cuello, grandes fumadores, personas que toman antidepresivos, mujeres menopáusicas…) deben llevar siempre una botella de agua pequeña y beber de forma continuada para lubricar la mucosa oral”, explica la experta.
- Té verde. Esta infusión es el yin y el yang de la salud bucodental. Por una parte, su riqueza en antioxidantes (catequinas) ayuda a combatir las enfermedades de las encías. Pero existe un límite de tazas al día que podemos tomar antes de que sus taninos tiñan nuestros dientes o provoquen sequedad bucal: de dos a tres tazas al día.
- Chicles con xylitol. “Se ha demostrado que estos chicles reducen las caries entre un 30% y un 60%, ya que promueven una situación en la que la producción de ácidos por bacterias cariogénicas es reducida”, explica la dra. Curull.
- Verduras verdes y naranjas. Todas las verduras naranjas poseen betacarotenos, que el organismo transforma en vitamina A (necesaria para la salud de las mucosas y para prevenir el cáncer oral). Las verduras de hoja verde tienen alto contenido en calcio y fibra. Recuerda que una sola porción de 150 g de col rizada proporciona 195 mg de calcio.
Y debes evitar…
- Grasas no saludables: los alimentos ricos en grasas saturadas están relacionados con la inflamación gingival.
- El alcohol: su ingesta es un factor de riesgo para padecer cáncer oral y periodontitis.
- Alimentos y bebidas ácidas: favorecen la erosión del esmalte y provocan aumento de la sensibilidad dental.
- Las bebidas carbonatadas: el problema con ellas no es tanto el azúcar que contienen (que también), sino su pH ácido, que erosiona el esmalte y la dentina, facilitando la aparición de hipersensibilidad. Si se consumen, es recomendable un buen enjuague después.
- Las salsas industriales: el ketchup, la salsa de soja y el vinagre balsámico, al igual que el café, tiñen el esmalte y, lo peor, es que contienen una gran cantidad de azúcares (sí, aunque sepan salado), y el azúcar provoca caries.
- Las patatas fritas (de bolsa): contienen almidón, que se transforma en ácido y ataca el esmalte. Si no se puede resistir el deseo de este picoteo, es importante lavarse bien los dientes después y utilizar hilo dental.
Fuente Mujerohoy.com
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